Rotura del penol del tangón; lío con el tensor de pujamen; follón con el rizo y pajaril; nos comímos las boyas dos veces. ¿Qué más? ¿Será verdad lo de la mujer a bordo? No, en absoluto, aunque esta vez iban dos...Además se lo perdonaríamos porque nos dejaron cervezas para cruzar el Atlántico.
Una regata fatal que compensó la navegada con un viento agradable de 20 nm y sin mojarnos.
Participó el PAPAYA, precioso barco que anda un güiwol. Sólo tiene un defecto: consume más ron que gasoil
Quien salió como si le persiguiera Hacienda fue el Namibia de Fco. Javier Alcarria. Parecía que llevara alcanfor en la popa. Enhorabuena, una gran regata.
¡Hasta enero, amigos!