domingo, 28 de mayo de 2017

UN BARCO LLAMADO PAPAYA

Un amigo, Siscu del Papaya. Vecino de amarre que hemos coincidido en muchas regatas en las que nos cruzábamos  con frecuencia navegando, pero siempre nos aventajaba.


Bueno, no siempre, recuerdo que en "una" ocasión no.


De cualquier manera  compensaba verlo navegar, más cuando lo hacía a todo trapo...


Últimamente, mediando una excusa, le llamaba con cierta frecuencia para interesarme si estaba con ánimos, e invitarle a alguna actividad, si bien era innecesario hacerlo porque, encontrándose bien, no le faltaba ocasión con amigos y familiares que le acompañaban para salir y disfrutar del Papaya; Siscu era de esos patrones que no les falta tripulación, y además asidua: tenía un buen barco, con una buena bodega, muchas millas navegadas, y muy buen carácter... 


Hace unos días, yendo en coche hacia Tarragona sonó el manos libre, descolgué, y siguió una voz tenue:

- Hola Ñeque
- Qué tal Siscu (le respondí).
- Mal, muy mal, me quedan días de vida...

¡Puf...! Siguió una corta pero dolorosa conversación. Mantuve lo que pude los sollozos que me apretaban para no hacer más dramática la situación. A pesar de contenerme, es probable que se diera cuenta por lo que a continuación me dijo:

- Ramón, no te preocupes, estoy tranquilo, me voy en paz, bien acompañado y te
  quiero pedir un favor.                
- Díme.
- Quiero que me despidas de todos los amigos del puerto, tengo muy gratos
   recuerdos de lo bien que lo he pasado en Torredembarra.

¡Qué sosiego, tranquilidad, paz interior! ¿Es corriente que una persona hallándose en el umbral de la muerte se acuerde de despedirse personalmente, con esa serenidad, de todos sus amigos? No sé lo que haré yo, os lo contaré..., pero en Siscu se comprende por el gran sentido que tenía de la amistad, su empatía, su educación, era una persona muy divertida, agradecida y agradable. Solo le ha faltado mostrarnos esa grandeza de espíritu a la hora de la muerte. Con esa tranquilidad, también dejó constancia de su sentido del humor, que me hizo olvidar por un  instante la situación dramática en que se encontraba al decirme entre la conversación:

- Lo normal so (...), es que esto te hubiera pasado a ti, no a mí, porque tú eres
   mucho más viejo...

¡Sorprendente su paz! Después de cortas frases manteniendo su estoicismo, finalizó:

 - Adiós Ñeque, un beso, amigo -.


Me desahogué durante unos instantes, y a continuación como flashes pasaron por mi mente las singladuras en las que habíamos coincidido, y las divertidas sobremesas en el Papaya donde no faltaban gin tonics y similares.


Una pérdida irreparable principalmente para su madre, hijos, hermano, Nuria, seres queridos, y amigos íntimos que le acompañaban, pero que no pasa desapercibida y ha dejado huella, con una gran tristeza, en todos los que hemos tenido la suerte de conocerle. 


Era Patrón de la fundación Onada, institución dedicada a la integración social y laboral de personas con discapacidad psíquica, y hace unos años tuvo la idea de pasear en velero a los alumnos de la asociación La Matinada de Torredembarra, entidad sin ánimo de lucro que colabora con la mencionada Onada, y se dedica a organizar actividades y acompañar a estos muchachos los fines de semana. Desde entonces, cada año se ha repetido el que llamamos bautismo de mar de los argonautas. ¡Una gran persona, con un mayor corazón! Perdurará su recuerdo siempre.


Él siempre estaba dispuesto para acompañarlos, nunca faltó. Era la nave capitana de los argonautas, el padrino del bautizo de mar. Precisamente ayer realizamos la salida correspondiente a este año, y Vero, una muchacha veterana que ha asistido desde que se iniciaron las actividades, al regresar al puerto y ver al Papaya, me ha preguntado,  ¿por qué no ha salido este barco? Con gran dolor y tristeza, escuetamente, le he respondido:  porque no está, se ha ido...






jueves, 18 de mayo de 2017

III REGATA ROCA FORADADA



El pasado fin de semana se ha celebrado la III Regata Roca Foradada de Torredembarra, también clasificatoria para la XI Lliga de Regatestorre. Con 28 embarcaciones inscritas, el tiempo  que acompañó con buena mar, y un viento moderado y constante, proporcionó una agradable jornada, con una divertida regata de las que crean afición. Así lo expresaron las embarcaciones que hicieron su bautismo regatero, y satisfactoriamente inoculados para continuar en las próximas pruebas.



Importante participación la de nuestros vecinos de Tarragona ( unas doce embarcaciones),  con el Raquero que se clasificó en primer lugar, seguido del Grop III de Torredembarra, y el Salao tú, también tarraconense, que se situó tercero.


El día anterior,  siguiendo la costumbre que aportaron nuestros vecinos de la Imperial,  se realizó el  concurso de Pinchos del Pantalán, en un ameno, y no menos apetitoso ambiente. Como era de esperar,  con el apoyo recibido del flanco sur almogávar, y por satisfacer el paladar de una mayoría,  el Albatros de Tarragona se llevó la mención de honor  con el pincho más votado…


Una amplia variedad de pinchos, con escasísima diferencia en la excitación de las papilas gustativas, pero sí por la presentación, siguió la el Mustang...


Mención especial de fiesta fue el pisco del Ashaluce, y la caipiriña policromada del Ñeque, bueno, más bien de Tatiana, que con sabor brasileiro sirvió para alegrar la jornada, y alguna cabeza recordar a la mañana siguiente.


Finalizó el día con una cena de amigos y la entrega de trofeos  correspondiente a esta tercera edición de La Roca Foradada.


Como de costumbre, nos obliga a considerar y agradecer la buena organización y atenciones recibidas, sin olvidar a los amigos de otros puertos que participaron, y en especial a nuestros vecinos de Tarragona,  cada vez más importante el número de ellos que se inscriben, haciendo nuestras actividades  más divertidas y competitivas.

Clasificaciones III Roca Foradada

Clasificación Gral. Lliga Creuers
                             










martes, 2 de mayo de 2017

UN VELERO LLAMADO A POC A POC MORENITO


Ángela,  en la ribera del Manzanares, donde  los patos del alcalde,  garzas,  y algún cormorán, dieron vida al río, su mirada recreaba pensando en un lugar  donde poder navegar, mientras un deportista marino, en la mediterránea orilla de inigualable ciudad, viendo delfines saltar, para circunnavegar la tierra soñaba bajel preparar; siguió el destino y medió, para que ambos unidos, siempre prestos a zarpar en demanda de cualquier puerto, iniciaran desde la Imperial, alegres, emocionantes, y a veces duras singladuras  difíciles de olvidar, también de Cádiz recordar, con el ausente amigo Fico, como en otras ocasiones con su Nowanda,  Angela acompañara a manejar.


Angela acompañando a Fico en el Nowanda
Mas frecuente no es que gente de la mar se entregue en gallinas cuidar, y desconozco si es afición por amor, o ahorrativa mujer donde materia prima tener, y de huevos disponer para tortilla de papas hacer.
Extrañado un buen amigo,  que de risa fácil es  y contagiarla también, de gallinácea afición de mujer navegante, guaseábase  el tunante mientras brazos agitaba y entre risas, apretando a la vez, semejase a gallina al poner; brazos por alas, labios por pico, y mientras los movía,  con estrecheces cual si güiwol  sacara, a la sufrida ave imitaba:  a poc, a poc, a poc, a poc …, y Angela que entre risas, exclamaba, ¡Morenito! ¡Morenito!,  se desternillaba, así de esta alegre manera surgíó el nombre con que se quedó,  y Angela con  Alfonso César,  más por segundo apellido el buen amigo  conocido, con el A poc a poc Morenito  surcaron con aventuras  mares,  mientras ella,  lejos de la costa,  huevos frescos de su pita añorara.

A poc a poc Morenito
Unidos formaron  pareja en la mar,  con travesías y regatas plenas de éxitos, y anécdotas que contar, alegres y divertidas,  cuando no agotadoras  en interminables jornadas ,  hasta el puerto arribar, aunque luego en tierra sabían aprovechar.


Ejemplar  tripulación, en velero veloz, con patrón que de pura sangre no solo es, de pura vida tal vez, pues como los ticos dicen del ser que lleva tatuado en sus genes: humildad, bravura, vida, conformidad, buen  hacer..., muy buen amigo también, y para lucir de ellos, comprobad podéis, clicando aquí, que no os engaño,y también interesantes anécdotas, tocando el hombro izquierdo del ratón conoceréis, quienes la suerte no tenéis, a esta pareja de buenos amigos, virtud que entre marinos no escasea  y tan necesaria es en la mar.

Con mar de leva en el Atlántico

De empopada con balón

Limpiando el Caribe

Si iban, orto; de regreso ocaso

Huevos frescos no hubo, pero pescado no faltó

Regresando

Polizón en Barbados

¡Buena mar y buen viento, queridos amigos!