En su día, inicié con
el Nowanda, de nuestro querido amigo Fico, la narración de los curiosos y
originales nombres con los que se
bautizan las embarcaciones.
Hoy continúo con el
Acala, un vivaz y alegre velero Super Daimio 28. Espero que su patrón Chema dé
el consentimiento para publicar mis intenciones sobre las que a él arribaron
para batear su bajel con ese epíteto, que no mote, me consta, aunque la
variedad lo permita.
Dejaremos a la
imaginación de la flota determinar cuál de las opciones es la que más se acerca
al buen hacer de esa nao en la mar, y no menos en tierra sus armadores (en
plural), porque son dos: Lucia y Chema.
Acala es un municipio prehispánico de Méjico,
actualmente situado en el estado de Chiapas. Precede de la voz indígena acalla,
que significa la exclamación ¡Oh
chicha mía!, pero esta chicha, no es la chicha que no debéis pensar.
Originariamente se trataba de una bebida
de baja graduación hecha a base de maíz masticada que elaboraban los quechuas
en una amigable ceremonia: se reunían
familiares, amigos, e invitados alrededor de una jofaina, y después de rumiar,
¡hala!, a escupir todos en la palangana, donde fermentaba gracias a la
ptialina (sustancia que contiene la saliva)*. Un poco guarrindongos en aquella
época. Hoy exigen una revisión odontológica para comprobar la firmeza molar de
los operarios.
También la chicha es de todos conocida:
desagradable efecto físico que se achaca al viento sin culpa alguna porque este
no existe. Es una ausencia del mismo que aparece, bueno, desaparece,
repentinamente, generalmente cuando falta poco para arribar a la línea de
llegada… Entonces es el momento de cargarse de paciencia y calmarse. De ahí el
devenir de calma chicha…
Chicha, en castellano, significa carne comestible;
también algo de poco valor, “es de
chicha y nabo”. En cambio en el
habla de la Rivera de Navarra tener
muchas chichas es estar gordo, tener muchas carnes o lorzas; no tener cuatro chichas, es estar
delgado; no tener ni chicha ni limonada, estar escuachimizado, y tener pocas chichas, se refiere a quien
está muy delgado, que tiene pocas carnes, o sea poca chicha (al no determinar
sexo se refiere a que la escasez está repartida por todo el cuerpo, no
concentrada).
Hasta el momento, no
encuentro ninguna afinidad entre Lucia y
Chema con ninguno de los significados expuestos. No, nada más alejado del buen gusto de Lucía.
Lo veo casi imposible.
Por último, Acala, es
una de las deidades del culto budista japonés. Fudo Myo O (el inamovible). Es una fiera de la sabiduría, su matra (frase
o canto que se recita durante la meditación),es: シルビアは何を知っている彼女を頼み.
Chema, acostumbrado a los nipones lo entenderá, si no, poniéndole
música, al tratarse de una acción esotérica de meditación, podéis consultarlo
con Silvia que lo traducirá al ritmo del yoga; pss, total es una frase
sencilla.
Acala, es la deidad que protege a todos. Podemos navegar con tranquilidad
cuando nos acompañe. Las roturas de velas, palos, y mal tiempo que nos
persigue, no es muy normal…
Este último Acala (Fudo Myo O)*, parece que es el que más se
identifica con el buen hacer de Chema y Lucía. Esperemos que nos saque de dudas
y aclare por cuál se decidió.
*http://www.bujinkantenchimon.com/fudomyo.html *Oro líquido de los incas
Bibliografía: diccionario quechua; el habla de la Ribera de Navarra;
*http://www.bujinkantenchimon.com/fudomyo.html *Oro líquido de los incas
Bibliografía: diccionario quechua; el habla de la Ribera de Navarra;
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